Algunas cosas dan risa y otras ganas de reír

Por José Cedeño

La frase que intitula a la presente columna parece ser una expresión idiomática que juega con las sutilezas y diferencias en cómo las personas reaccionan ante ciertas situaciones o eventos. Es necesario expresar que en cuanto a que “algunas cosas dan risa” suele referirse a situaciones o eventos que provocan una risa espontánea, generalmente porque se encuentran genuinamente divertidos, graciosos o cómicos. Por otro lado, “otras cosas dan ganas de reír” podría interpretarse de dos maneras: en primer lugar, refiriéndose a situaciones que no son inherentemente divertidas o chistosas, pero que se elige reír por varias razones, como aliviar la tensión, evitar llorar, o manejar el estrés o la incomodidad; y en cuanto a la segunda manera se tiene que, algunas situaciones que son tan absurdas o increíbles que, aunque no sean estrictamente humorísticas, uno no puede evitar querer reírse.

Sucede amigos y amigas lectoras, que en el transcurso del año quien suscribe el presente espacio ha sido consultado de manera reiterada por alguna gente con respecto a situaciones que se han estado suscitando dentro del futbol de salón venezolano, también algunos planteamientos, así como también algunas interrogantes personales. Se les ha dado respuestas a las interrogantes, y de manera particular se les ha indicado algunas opiniones con respeto a muchas de las tantas cosas, que se puede y debe hacer por una sociedad que lo necesita, que está ávida de querer disfrutar de y en los espacios donde se hace la práctica no sólo del deporte que nos congrega y ocupa, sino de los otros espacios donde debe hacerse la formación para quienes de forma reiterada quieren hacer el correspondiente aporte a fin de sumar.

Es indudable que hace falta una especie de acuerdo nacional, donde converjan los distintos sectores, y también se dejen escuchar las individualidades que tan necesarias son para el desarrollo de un deporte cuya práctica masiva tiene sus raíces en las comunidades más populares del país. Es una necesidad, que quien suscribe lo aprecia de esa manera. Todos son importantes y por tanto nadie debe quedar separado, ni por fuera de un deporte que en sus máximas categorías tuvo la oportunidad de jugar tres finales mundiales, gracias al esfuerzo de un determinado grupo de personas que oportunamente tuvieron la oportunidad y creyeron en los correspondientes proyectos sumándose sin mezquindad en el momento que Venezuela se tituló campeón mundial.

La expresión que intitula la presente columna, parece destacar la variedad de situaciones y emociones que pueden provocar la risa o el deseo de reír en la vida, ello por lo que al inicio se describe. Pero muy a pesar de lo de la risa y las ganas de reír, el autor de la presente columna está convencido de que todos pueden entrar en el equipo que necesita empujar la carreta del fútbol de salón de Venezuela. Así que conmigo no insistan, que este servidor es y será leal a sus principios e ideales, y respetuosos de lo que asumo. Amigas y amigos lectores será hasta una nueva oportunidad con el favor de Dios, para contactos pueden hacer los @Joseceden o por José E Cedeño Gonzalez (El hijo mayor de Otilia Gonzalez).

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