No fue una noche más, fue su noche, una que había soñado como en cuento de hadas por esos tiempos donde apenas comenzaba su primaria.
Era la noche en la que ya no existían más cuentos de princesas, sino que vivía el suyo, ella era la protagonista de esta historia que tanto se había imaginado.
La terraza Marcano Medrano fue el escenario más propicio para escribir esta página de su vida, acompañada de sus más que indiscutibles pilares, sus padres y su hermano. Además de familiares y amigos.
La celebración se llevó a cabo el pasado sábado 9 de julio, en la calle Bolívar de Tucupita, allí se oyó el cántico que posiblemente Mariángel guarde para toda su vida.
Sus familiares le desean todo bien y que en su camino esté siempre Dios tomándole de la mano.
Felicidades Mariángel.
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