Contra Gilbert Martínez privó el ensañamiento. Le efectuaron “a bocajarro” al menos 8 disparos, acertando 2. Los mismos que le quitaron el ser.
El joven de 24 años presumía de “duro”; en sus redes sociales hacía gala de coraje, valentía y gallardía, se definía como una persona ajena al temor.
La noche del domingo 20, tras tenderle una emboscada, segaron su vida.
Los duros no duran, sus enemigos hacen hasta lo imposible por arrancarlos de raíz, a Gilbert le pasó.
Dios lo tenga en su Santa Gloria.
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