Por Juan González
“El Pasado no regresa, pero quedan los recuerdos”
Candelaria Padilla Zapata “Candela”, como era conocida y más que todo le decíamos sus afectos, era una mujer olorosa a sudor del pueblo, proveniente de una familia humilde , hija de la pareja Justo Padilla y Gregoria Zapata, la popular “Goya” de los años 60, 70 y 80 en cuyo honor o recuerdo los simpiternos usuarios designaron con el apelativo de “Goya” al tercer puente más viejo sobre el otrora cristalino y caudaloso caño Tucupita, el que conecta o comunica a este lado de la ciudad con el otro lado, sobre todo con la populosa Urbanización Delfín Mendoza. “Candela” fue una de las tantas mujeres activas en aquella campaña electoral de 1995, era integrante de la legión de activistas del MAS de la búsqueda Organizada del voto, “la busca votos” de Armando Salazar, Ramón Antonio Yánez y míos para la reelección de Gobernador, Alcalde del Municipio Tucupita y diputado nominal en el circuito 3 de la Asamblea Legislativa, respectivamente.
En el llamado “Galpón de José Gómez” en calle 5 de Julio, al lado de la familia Tamiz-Santil, nos reuníamos casi todas las tardes, entre los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre el politólogo Henry Hernández, que era el responsable político electoral del circuito 3 (casco central de Tucupita y la parroquia Argimiro García) el dirigente estudiantil del IUT Dr. Delfín Mendoza. Manuel Narváez, la enfermera jubilada Josefina Azócar, “La Negra Josefina”, el perito agropecuario y candidato a Concejal del MAS en el municipio Tucupita, Orlando Abreu, “Candela” y yo para indagar, revisar y evaluar minuciosa y detenidamente la lista de electores en cada uno de los centros de votación de esta circunscripción o circuito electoral.
A ese equipo y a mi acostumbrada prohibición de triunfalismo, debo Yo en gran parte mi victoria, que no fue tan “mantequilla” como decía en aquella cuña grabada por mi amigo, el locutor margariteño Justo Esteba Millán, y la cual se hizo muy popular, porque mi contendor, el fallecido José Luis Cumana, no solo mantenía el liderazgo en el Magisterio, fue también el candidato de un frente o bloque electoral conformado AD-COPEI y el grupo regional MERI.
El de “Candela” fue uno de los miles de voto que también hicieron posible mi elección como Alcalde del municipio Tucupita el 30 de julio de 2000. No obstante ser una de las tantas jubiladas de los Servicios Públicos Municipales, “Candela” nos acompañó en el agasajo que ofreció la Alcaldía a sus trabajadores el 1ro de mayo de 2003 en el Caney “Punto Criollo”, con motivo del Día Internacional del Trabajador.
Entre el medio día y la tarde de ese día especial en casi todos los países del mundo , y en Venezuela, por supuesto, en ese lugar en el caney, la Alcaldía a mi cargo le obsequió un brindis, ternera y entregó placas de reconocimiento al Sindicato de Obreros, y en méritos a algunos trabajadores. Compartí con ellos por un largo rato y tuve el privilegio de bailar con “Candela”, una de las muchas mujeres de mis viejos afectos, tal como lo captó con su cámara maravillosa mi amigo fotógrafo Alejandro de los Ríos, lo que me hizo recordar una de las canciones del grupo musical chileno Quilapayún “que linda son las obreras/bailemos con ellas”.
“Candela” se nos fue del mundo terrenal el 24 de noviembre de 2019, hace 2 años. Fue a encontrarse con sus padres y también con su hijo Alexis Padilla, otro de los tantos personajes populares de la Tucupita de ayer. Para estos momentos su otro hijo, Joan Mohamed, que murió de COVID 19 en septiembre del año pasado, debe haberse encontrado con ella en ese espacio infinito, en el inmenso universo.
“Candela”: el año pasado partió al otro lado de la vida Antonio Flores, el popular “Mané”, vecino tuyo y de tu familia por muchísimos años, a él también lo abatió el COVID 19, y el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fue el sepelio de mi tío Gregorio González, “Gollito”, tu primer novio por allá en los años 60.
Ambos, tanto “Mané” y “Gollito”, como cambiaron de ambiente, serán también tus buenos “compañeros de viaje”.
“Candela”: De aquellas celebraciones muy animadas y concurridas, con palitos, condumio, música, baile y reconocimientos a los trabajadores, con motivo del 1ro de mayo, fecha en la que los trabajadores hacían un alto a sus faenas, a la brega dura, para encontrarse y compartir en franca camaradería, o en el caney de la Alcaldía en San Rafael, frente al caño manamo, o en el caney “Punto Criollo”, frente a la urbanización Rómulo Gallegos, solo queda el recuerdo y las añoranzas.
Candela: Te debo lo del cariño que me prodigaste desde que yo era un guaricho, te debo lo de la Asamblea Legislativa, te debo lo de la Alcaldía, te debo lo del baile y la quinta deuda, ya sabes dónde te la voy a pagar.
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