El archirrival del sagaz London perdió la pelea al ser recapturado dos veces tras protagonizar sendas fugas
A 20 años fue sentenciado Ronnier José Hernández Moreno, alias el “moco”. El delito de abigeato, la sociedad con una banda de cuatreros, una supuesta violación múltiple y las dos fugas del Centro de Retención y Resguardo Policial Guasina, a cargo de Polidelta, abultaron la condena.
Por fortuna para él, purgará cárcel cerca de El Caigual, parroquia Juan Millán, municipio Tucupita, donde residía y se mantiene su familia compuesta por sus 10 hermanos y los progenitores. Otros tienen que irse muy lejos, a penitenciarias distantes y lo pasan bastante mal. El blanquecino “moco” tuvo suerte.
Sereno, callado y veloz, protagonizó dos espectaculares escapadas que se prolongaron cuatro días. Tres la evasión inaugural y uno la segunda.
La primera vez lo atraparon en medio del monte, cerca del lugar en que vivía, tras aparecérsele de noche, luego de caminar cuatro horas en caravana sobre el muro de contención para aterrizar a las puertas de su residencia. Quiso huir por la puerta trasera y allí lo pescaron. Aun así logró correr varios metros, dejando extenuados a los hombres del SIP Polidelta.
La segunda detención fue aún más impresionante, se ocultaba bajo la cama de un pastor evangélico en una humilde morada de la comunidad El Cafetal. Cabe destacar, que también el encubridor fue aprehendido.
El “moco”, hombre de rostro apacible y temperamento sosegado, tendrá que valerse de una infinita paciencia para soportar el largo cautiverio. Con facilidad para la cocina, en un internado de 300 reos tendrá en que ocuparse.
De todas formas, en su mente ociosa y enfebrecida, seguro está tramando una fuga. Dicen que a la tercera va la vencida, si estuviera en el lugar del sagaz Com/J Jackson London, patrón de Polidelta o del intrépido O. Juan Rincones, director del recinto, no me confiaría.
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